Pioneros en Chile
Ignacio Domeyko fue el pionero de la meteorítica en Chile con su publicación “Elementos de la mineralogía” en 1845, En este trabajo divide a los meteoritos en dos grupos, los hierros meteóricos y los aerolitos o piedras de rayo, muestra análisis químicos de ejemplares de Atacama, Colombia, México, y Siberia, lo cual nos habla de su entusiasmo al conseguirse ejemplares extranjeros para ampliar su estudio en esta ciencia incipiente, ya que tan solo 42 años antes, en 1803 la academia Francesa de Ciencias reconoce a los meteoritos como un fenómeno científico, debido a la caída de Aigle, Francia el 26 de abril de ese año.
El enorme legado de Domeyko en la mineralogía y meteorítica nacional se extendió con numerosas publicaciones hasta 1889 cuando fallece en Santiago de Chile.
Destacamos que gracias a las detalladas descripciones publicadas por Domeyko y Sundt, nosotros redescubrimos el 13 de Febrero de1985 la zona de caída del meteorito de Vaca Muerta, compartiendo entonces las coordenadas y muestras con la comunidad científica nacional y extranjera las cuales han sido fructíferas en publicaciones respecto a este meteorito.
Posteriormente Rodolfo Amando Philippi en su expedición al desierto de Atacama 1853 - 1854 visita el cráter meteórico de Imilac, guiado por su descubridor José María Chaile, y describiendo el sector dice: “Esta preciosa sustancia se halla en la parte más árida y triste del desierto” Recoge 678 pequeños fragmentos del meteorito, totalizando casi 3 libras y hace una descripción de estos “la superficie de estos pedazos es muy negra; en sus concavidades se encuentra la olivina en forma regular como si el hierro en estado de fusión se hubiese introducido entre cristales ya formados de olivina” y conjetura la supuesta entrada del meteorito a la tierra basado en la posición de sus hallazgos “el meteorito vino en la dirección del NNE al SSO, perdió algunas gotas en el camino y reventó lloviznando como chispas los pedazos chicos en la falda” cabe destacar el interés que despertó en este naturalista el hierro meteórico de Imilac al haberle dedicado un capitulo separado en su obra Viaje al desierto de Atacama, publicada 1860.